Capítulo 3.

Llaman a la puerta pero no voy a abrir.  Tampoco me importa quien hay detrás de ella.  Me miro en mi mini-espejo y compruebo que tengo los ojos rojos e hinchados.  No puedo parar de llorar.  Se que Dani no tiene la culpa de eso, pero si tiene la culpa de haberme echo pensar en cosas que podían haber pasado entre él y yo.  Veo que debajo de la puerta asoman unos pues.  Me harto de tener a alguien detrás de la puerta escuchando como lloro y abro bruscamente la puerta. Me encuentro con Dani que entra rápidamente y la vuelve a cerrar.

< ¿Qué te pasa princesa?> Y me sonríe.

<No me llames princesa y déjame salir> Y de repente me abraza.

< ¡Pero ¿Qué pasa, no lo entiendes o qué?  ¡Déjame salir y no me hables!> Me doy cuenta de que le estoy chillando y veo como me mira con tristeza.

<No me gusta verte así> Me dice.  <Mira yo también estoy mal y si te sirve de consuelo te contare lo mío que probablemente es peor>

Me espero lo peor, pero me apetece escucharle.

<Estoy saliendo con una chica desde hace ocho meses> palidezco rápidamente.  <Se que no sabíais nada, pero si no os lo he contado ha sido porque no quiero a esta chica, quiero a otra>Acabo de fallecer moralmente.  Ya no me queda nada, ni siquiera la ilusión de poder estar con él algún día.  <Yo creo que esta chica no va a querer nada conmigo pero tampoco he luchado mucho para saberlo.  Seguro que ella quiere a otro y no se va a quedar conmigo.  Estoy echo una mierda.>

Las palabras de Dani me emocionan, sé que no soy yo, por eso quiero saber quién es y ayudarlo.

< ¿Y quién es esa chica?> Digo, pero suena el timbre.

Se levanta para irse a clase pero ve que yo sigo sentada en el mismo lugar y me dice:

<Levanta que tenemos que ir a clase> Y me tiende la mano para ayudarme a levantar.  Yo le niego con la cabeza y saco la BB.

Empiezo a escribir un mensaje a Dani:

‘’Vete tú y déjame sola, no me apetece estar con nadie y tampoco hablar.  ’’

Lo lee, me mira y me responde:

‘’No pienso dejarte sola.  No te librarás de mí tan fácilmente.  Si no quieres hablar, no hablamos, solo dormimos o nos miramos o nos besamos.  ’’

Pero si no me quiere... ¿por que me utiliza?  ¿Para olvidarse de la otra o qué?

No me gusta la idea de quedarme con él pero no puedo hacer nada para que se vaya.

Le respondo con un:  ‘’Haz lo que quieras’’

Pongo música y me pongo los auriculares.  Él me pido uno y se lo doy.  De repente me quita el móvil y crea una nueva lista para añadir nuestras canciones de amor favoritas.

Me levanto y me voy a beber agua.  Cuando vuelvo me pide que me siente entre sus piernas.Yo lo hago y me echa la cabeza hacia atrás, me mira a los ojos, me sonríe con su perfecta sonrisa y me besa.  Un beso largo... con pasión.  Su lengua y la mía juegan mientras que él me mete las manos por debajo de la camiseta.  Cuando nuestros labios se apartan, sus manos siguen pegadas a mi cuerpo. Me empieza a besar el cuello y yo me estremezco de placer.

De repente le suena el móvil, alguien lo llama.  Leo que pone Patricia...  y él dice <Joder...>.  Yo le pregunto quién es y me responde <Es mi novia>.

Me pongo nerviosa, había olvidado completamente que tenía novia.

Descuelga y pone el altavoz.

<Hola bebe.  ¿Qué tal?> Dice la chica.

<Hola.  Bien ¿y tú?>Responde él fríamente.

< ¿Qué te pasa amor mío?>

< ¿A mi?  Nada ¿y a ti?>

<Te ha ido mal el día cariño... ¿Qué te ha pasado?  A ver cuéntame.>

Yo no daba crédito a lo que oía...  Esa chica estaba tonta.  ¿No se daba cuenta de cómo le estaba hablando Dani?

<Mira Patricia, no quiero estar contigo, quiera otra chica y esa otra no eres tú... asíque... hemos terminado.> La dice duramente y cuelga.

¿Qué?  Estoy anonadada ahora mismo...  No me lo creo.

Cuando volví a la realidad, me doy cuenta de que Dani había vuelto a meter sus manos y las tenia en una zona de mucho peligro.  Me siguió besando por el cuello y cada vez iba subiendo más sus manos. Le paré y le quite las manos.

<Dani, yo creo que me estás utilizando...> Me mira con cara de rareza y me dice:

< ¿Por qué crees eso?>

<Pues porque a ti te gusta otra y no entiendo porque me besas así, si no soy yo.> Me mira, sonrie y me responde:

<¿No te has parado a pensar que a lo mejor esa otra eres tú...?>